· Clery Neyra · aprendizaje · 2 min read
Neofeudalismo digital
¿Nos estamos convirtiendo en siervos de los gigantes tecnológicos?

El surgimiento de poderosas plataformas digitales ha provocado un creciente debate sobre el potencial de una nueva forma de organización económica y social: el neofeudalismo digital. Este concepto sugiere que nos estamos volviendo cada vez más dependientes de las grandes corporaciones tecnológicas que controlan el acceso a recursos y servicios esenciales, reflejando las relaciones feudales del pasado.
El neofeudalismo digital es un marco teórico que establece paralelismos entre el sistema feudal de la Europa medieval y el panorama digital actual. En el sistema feudal, los campesinos (siervos) estaban vinculados a la tierra propiedad de los señores, proporcionando mano de obra y una parte de sus productos a cambio de protección y acceso a las necesidades básicas. En el ámbito digital, los defensores de esta teoría argumentan que los individuos dependen cada vez más de las grandes corporaciones tecnológicas (los nuevos “señores”) para acceder a la información, la comunicación, las redes sociales e incluso las oportunidades económicas.
Características clave del neofeudalismo digital:
- Dependencia de la plataforma: Las personas dependen en gran medida de plataformas como Google, Facebook, Amazon y Apple para varios aspectos de sus vidas.
- Datos como tributo: Los usuarios proporcionan datos personales a estas plataformas a cambio de acceso a los servicios. Luego, las plataformas monetizan estos datos a través de publicidad dirigida y otros medios, actuando efectivamente como una forma de “tributo”.
- Control algorítmico: Los algoritmos controlan el acceso a la información, las oportunidades e incluso las conexiones sociales, a menudo de manera opaca y difícil de desafiar.
- Trabajo precario: La economía Gig, facilitada por las plataformas digitales, a menudo implica un trabajo precario y mal remunerado con beneficios limitados o seguridad laboral.
- Recinto digital: El recinto de recursos comunes (como el conocimiento y las conexiones sociales) dentro de plataformas propietarias controladas por corporaciones.
En conclusión, el neofeudalismo digital plantea que nuestra dependencia de las grandes corporaciones tecnológicas reproduce dinámicas de poder similares al feudalismo medieval. Datos como tributo, control algorítmico y trabajo precario reflejan riesgos de pérdida de autonomía y derechos. El reto está en aprovechar la innovación sin ceder soberanía digital ni repetir estructuras de dominación del pasado.


